domingo, 24 de mayo de 2015

Llamas y aire



Se acercan días difíciles, bueno, en realidad empezaron ya desde hace un rato y yo sin saber cómo afrontarlos. Mayo es de mis meses favoritos, pero también es de los que más daño me ha hecho y este no parece hacer una excepción.

Tal vez tenga disforia, que es lo opuesto a la euforia, tal vez tengo un trastorno bipolar de esos que son difíciles de diagnosticar porque las personas son tan comunes y corrientes el 90% de su tiempo que el 10 restante que están locos, sólo parecen cambios de ánimo raros.

Quizá solo extraño a mis ausentes, quienes se han ido en mayo, hace 8 años y hace 2 semanas. Tal vez soy demasiado fénix y esta vez la agonía empezó mucho antes. Eso.

Se acerca el renacimiento, pero el morir siempre cuesta, duele en los huesos, en los músculos, duele en el corazón y en el estómago, en el cerebro y en el alma. Todo se desmorona, todo se vuelve ceniza, de la que pronto tendrás que juntar lo suficiente para construirte de nuevo, para que pronto puedas volar de entre las llamas.

Hoy me quemo. Quizá mañana vuele.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Mover el arreglo en el tubo de descarga para medir en cuanto tiempo pasan 10 cm de líquido.