viernes, 31 de octubre de 2014

Premoniciones desde el pasado

En 7 meses cumpliré 29 años, (5 minutos después de llorar en silencio) y es demasiado feo que te caiga el 20 con tanta anticipación. Me preguntaban por qué me causaba tanto estrés y después de reflexionar las verdaderas causas, me di cuenta que es porque de niños nos hacemos sueños y expectativas que, siendo sinceros y realistas son imposibles de cumplir.

Tal vez el único problema aquí es pretender darle gusto a mi niña interior y a sus tontos sueños de juventud. Realmente recuerdo pocas cosas y por suerte nuestra época cada día nos favorece más, pues ya no se espera que las mujeres se casaran antes de cumplir 20, ahora se espera que esperen hasta los 30, también se han relajado las leyes sociales en cuanto a relojes biológicos y logros personales que hay que cumplir antes de que te embarques a la aventura de comprometerte con alguien más.

Quizá en algunos años rompamos con la antinatural costumbre de la monogamia. Esto me hace pensar que, por lo menos, antes de cumplir 30 debería terminar mi tesis y titularme. Y ahí entra de nuevo la presión infantil y sobretodo la social. Y aunque he dicho eso cada año desde el 2009 y se supone que es mi hermoso propósito real, pues eso.

Ahora que regresé de una introspección grande en cuanto a tiempo y espacio, debería de dejar de jugar con mi celular todo el día para hacer algo que, si bien no es de provecho, hará feliz a mi niña interior y quizá, sólo quizá me ayude a sobrepasar el terror absoluto que tengo de cumplir 30.

¡Por qué Dios, haces envejecer a la gente hermosa!

Lo único que me consuela es que se dice que los 30 son los mejores años de las mujeres.  Así que mi etapa cougar al menos ya podrá estar justificada ante las leyes biológicas.




Mis maestros de impro siempre dicen que viva el aquí y el ahora... y yo preocupándome por lo que pasará dentro de casi  un año y medio. PFFF.