lunes, 26 de marzo de 2012

Premoniciones


Estaba yo muy cómoda en mi nuevo escritorio, en mi nueva oficina, en mi nuevo trabajo... cuando de repente (como me ocurre cada 5 minutos) recordé mi antigua oficina. Y visualicé cómo mis amigas y yo solíamos salir a pasear después de la hora de la comida al parquesito o a alguna de las transitables vías de la Condesa.

Pensé en hacer lo mismo, pero recordé que el parque más cercano es un chiste como de 20 metros cuadrados (es más pero no sé de medidas), que los Campos Elíseos no parecen ser una agradable opción y que el Bosque de Chapultepec, el cual me emociona de sobremanera, es gigantesco y yo tengo el sentido de orientación de un frijol.

Así que después de mi primera visualización, tuve otra visualización en donde me perdía en el bosque y tras días y días de caminar, hambrienta, una familia de ardillas asesinas se apiadaba de mí y me alimentaba y criaba como una de ellas. Con el tiempo, al conocer el lenguaje de los humanos conseguía más y mejor comida para ellas y me hacían su reina. ¡Soy la reina de las ardillas! (esa frase la he dicho en la vida real, más de una vez en similares circunstancias). Después de vivir varios años en completa felicidad mi familia ardillezca moría y yo me quedaba sola. Años después encontraban mi cadáver en el bosque, junto a los pequeños esqueletos de mis ardillitas.

Y eso, créanlo o no, me pareció maravilloso. Al menos, es una bonita ficción que debía ser compartida.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Clean Is Good

Señor, yo no merezco ni dirigirle la palabra. Usted que nació hace casi un siglo en un país problemático,cuya mayor crisis acontecía apenas un año atrás. Una nación oprimida, de esperanzas perdidas que veneraba a héroes malvados, villanos y traficantes, en resumen, falsos dioses de bourbon. Sin duda, su infancia tuvo un contexto que le ayudó a ser la imagen de El Hombre: un rudo vaquero sin escrúpulos con mirada de acero y sangre helada. Usted llegó a ser amo y señor del western y con ello un sex symbol universal. Ya desde entonces, amante del planeta y embajador del equilibrio entre cuerpo y espíritu.
Usted, señor, con más de 50 años de arduo trabajo, de esfuerzo y visión ha logrado estabilidad, y con ello, la mejor herramienta para dar forma a sus sueños: libertad.
Usted nos enseña a ser guerreros, a elegir lo correcto, a enfrentarnos a nuestros miedos, a competir con nosotros mismos, a pelear y dar la cara, a no desistir de nuestros ideales. Nos recuerda que somos una misma especie, y sobretodo, que aún hay amor por el cual darlo todo.
Tan sólo hace falta ver Million Dollar Baby, cuya moraleja es la confianza y el valor. Revivir la fe que no creías que regresaría. Por un lado pelear por tus sueños, llegar a tus metas a través de la perseverancia; por el otro, pelear contigo mismo para lograr que el amor renazca, luchar para sentirse vivo. Y por último aprender a decir adiós: “Mo cuishle means my darling. My blood”.

Nos ha enseñado a vernos en el espejo del enemigo y descubrir que estamos reflejados ahí, desnudos y temerosos. Somos nosotros en el cuerpo de un extranjero. Usted nos regala historias que nos obligan a sobrevivir, por amor a la vida, a la familia y a la patria, pero no la que conocemos, sino a la que tenemos en el alma. Letters from Iwo Jima y Flags of Our Fathers son los ventrículos de un mismo corazón.
Changeling es fortaleza, lucha, y esperanza. Hizo de una actriz de medianos méritos una verdadera intérprete. Una actuación que retrata la época corrosiva en la que usted nació, un bello viaje a la estética del pasado con una temática que, por desgracia, no ha pasado de moda. Conmovedora, estoica y llena de fe. Otro soneto de amor, amor que duele.

Lo más importante es que, usted nos dice que siempre podemos volver a amar. Nunca estamos totalmente muertos por dentro. Para recordárnoslo, usted hizo una historia de amor incondicional de un ser humano a la humanidad. Gran Torino es historia de sacrificio, agradecimiento, defensa y sufrimiento “You got your whole life ahead of you, but for me, I finish things”. Pero también del más infinito amor.

Invictus nos obliga a trabajar en equipo conociendo la gloria de un equipo que lo puede hacer todo a partir de la confianza. Es difícil ver el retrato de Madiba en una película deportiva, pues todos sabemos lo importante que es Nelson Mandela para la humanidad, pero usted nos mostró lo importante que era la humanidad para Nelson Mandela. Aprendemos que todos tenemos a alguien que no queremos defraudar. Todos somos invictus.

A pesar de ser su trabajo más subvalorado Here After, es una loca historia de casualidades y destino, tres historias que se rigen por la teoría de los 6 grados de separación. Conmovedora para los menos conocedores y con ligeros coqueteos a sus grandes trabajos, esta película es sobre interiorización, soledad y contrastes. Como de costumbre hay mucha esperanza, esta vez interpretada a través de una fragilísima criatura. Y poseedora de una moraleja aplastante “A life that's all about death is no life at all”.


J. Edgar, su último trabajo a la fecha es una danza de perfectas imágenes. Una simple crónica de uno de los hombres más importantes para los Estados Unidos, un guiño a su vida personal, fuera de dramas, pero rindiendo un claro tributo a la lealtad. La técnica ya es infalible, la narrativa una delicia. No es una historia apasionante, pero le da al clavo a la esencia del Norteamericano. “Do I kill everything that I love?

Estos trabajos como director lo hacen un artista enorme por su técnica pulida, encuadres perfectos, lenguaje preciso, sin rodeos. Sin embargo, el realismo de sus personajes principales se roban nuestros suspiros, lágrimas y risas. Usted es generoso con sus historias y protagonistas, pero también cruel. Regala vida y felicidad como un dios benevolente, pero como una parca también los despoja. No se excede con los dramas secundarios mezclando emociones ajenas. La empatía es una sinfonía que usted interpreta a la perfección. No tiene miedo de terminar sus historias de manera fría y tajante. Nothing wrong with shooting...as long as the right people get shot.

Usted pasará a la historia, sin duda, y si usted leyera esto, estoy segura de que me contestaría con una de sus frases célebres más un ligero cambio. It's not about you me. It's about them”.- Clint Eastwood.