domingo, 5 de junio de 2011

Del 31 y otros temores.


Uno de mis mayores miedos es mi cumpleaños. Así de simple. No sólo por mi trauma con la edad, por aquello de sentir que no he hecho nada de mi vida; sino por que es el día en que más manifestaciones de afecto recibo y eso me pone muy de nervios.

Digo, está padre que haya abrazos y regalos. Pero siempre existe la incertidumbre de "¿quién se acordará?" que a veces hay personas importantes que no lo recuerdan, aunque pequeña, es una herida en la amistad.

Y como el eterno miedo del ser humano es estar sólo, nada más tienen que sacar conclusiones. Por fortuna todo estuvo bien. Mayo demuestra ser más mágico, más eterno, más fuerte que cualquier otro mes.

Recibí mucho amor... y me hace ver que sigo construyendo, aunque vaya dejando amistades en el pasado, sigo creando un futuro lleno de personas maravillosas.

Gracias a todas ellas.En mayo renacen los Fénix y las Amapolas.