miércoles, 9 de diciembre de 2009

Ese horrible monstruo navideño

Aquí ando chicos, a un mes de publicar enserio, (lo de clown). Se acerca Navidad y todas esas mugres que nada más te dejan más pobre de lo que ya eres. En mi office, por ejemplo, se va a hacer intercambio, supongo ustedes también lo tendrán y si no es en el trabajo lo será con la familia.

INTERCAMBIO: el concepto por sí mismo es malo, porque:

1. Todos terminan enterándose a quién le van a dar (el regalo pues).
2. El costo del regalo es fijo, que para el caso es mejor que tú te compres tu regalo.
3. Pones las opciones de qué quieres. O sea sólo te ahorran el ir a la tienda.

O sea, de qué changos sirve un intercambio si ya sabes lo que te vas a dar (porque tú mismo lo escogiste), probablemente sepas cuanto cuesta por el mismo motivo y para colmo ya sabes quien le va a dar qué a quién, porque aparte las listas son públicas, bueno y no falta que odies al que te toca, o viceversa, o que apenas y los conozcas, lo cual empeora el asunto.

Yo creo muy en mi interior que todos odiamos los malditos intercambios, pero que la presión social a veces puede un poco más.

Por eso yo digo que es mejor que se hagan intercambios estúpidos, o temáticos, léase, un intercambio de baratijas de coyoacan, bromas o un intercambio de películas de Woody Allen (o de novios ¡ja!... iuuc) , ahí sí estaría padre la cosa, porque cualquier chucheria o película te puede tocar, ¡ah pero eso sí!, hacerlo entre amigos porque entre compañeros de trabajo o desconocidos es de lo más comprometedor y por supuesto aburrido, porque quizá no le puedas jugar una gran broma a tu jefe.

En fin, si ustedes tienen Intercambios para esta época espero que les sea muy leve, y que aunque sea lo disfruten poquito. Yo tendré toda la actitud pero no prometo nada porque soy medio Grinch.

Oh, esta imagen captó la escencia, ¿qué no? ¿A ustedes cual ha sido el peor regalo que les han dado en un ritual de estos?