viernes, 9 de octubre de 2009

Clichés amorosos

Cuando era joven (snif, no es que no sea joven pero digamos que a los 17) juré que tendría novios estilo cliché, como esos que pasan en las películas, o series y que han hecho babear a más de una. Mi lista es la siguiente:


Novio pseudoartista: desde mis tiernos 15 siempre me han fascinado los pseudoartistas, ojo, no pueden ser artistas profesionales ni nada, me refiero a aquellos que tocaban un instrumento pero no lo hacían formalmente, pero eso sí, debía tener actitud de rockstar, mamón, creído y rompecorazones, sin llegar a lo patán. En la prepa el 50% de mis amores tocaba un instrumento y pues obvio yo babeaba.


Novio deportista: Tenía que ser de americano, porque nunca me ha gustado el soccer, ser fuerte, protector, celoso y un poco bruto jajaja, no tanto como el que salía en Daria, sólo ligeramente. Esta obsesión no me duró mucho, la neta ya no sueño con un deportista. Salvo que sea Riverí jugador francés, pero esa es otra historia.


Novio mayor que yo: En la prepa, lo máximo es que tu novio sea mayor que tú. A mí siempre me han fascinado los hombres mayores que yo, no mucho de 5 a 10 años, punto, no más. Desde la secundaria un par de profes eran mis amores platónicos, en la prepa seguí con la racha y obvio en la universidad también. Jamás se dio nada con ninguno, afortunadamente. Pero aún los hombres mayores me causan un encantamiento que no puedo evitar, quizá sea porque cubren mis expectativas intelectuales, pues como buena géminis me atrae más la mente que el físico (este aún pienso materializarlo).


Novio pseudointelectual: Porque desde siempre los hombres inteligentes me encantan, los amo, la complejidad de su cerebro me fascina. No hay nada más afrodisiaco que la inteligencia. Qué esté informado, que tenga ideas claras, coherencia y suficiente apertura mental (tampoco me gustan cuadrados) es algo invaluable, escritores, actores, periodistas entran en esta categoría. Por fortuna todos mis novios han tenido esta cualidad.


Novio bufón: hombre divertido, relajado, con una sonrisa deslumbrante, de agilidad mental desmedida, creativo, positivo, versátil, espontáneo, de forma de vestir alocada y muy, muy divertido. Si algo me mata es el sentido del humor, y combinado con inteligencia. ¡OMFG! Yo mataría por un hombre así, por desgracia, es a los que menos puedo acercarme porque no siempre empatamos.


Novio geek: sólo para que sus amigos geeks y los tipos lindos le tuvieran envidia, jajaja.


Hasta ahora son de los que me acuerdo, y digo, es poco porque mi corazón parece no sólo condominio sino cadena hotelera, pero con ello ya tienen una explicación por ejemplo del porqué de mis obsesiones. Y eso sí, me gustan platónicos, porque en cuanto se materializan pierdo el interés.


Por eso amo a esos hombres, que me llevan 7 u 10 años, que son inteligentes, que son divertidos y cuya cereza en el pastel son sus dotes artísticas y sus personalidades divertidas. ¿Ya ven porqué es tan difícil de superar mi amor por esos hombres?


De seguro ustedes también tienen los suyos, cuéntenme, ¿su amor cliché son las porristas, las maestras, vecinas, twitteras?