martes, 9 de marzo de 2010

Procrastinando, favor de no molestar.

Así es chicos, la postergación es una cosa muy practicada en el país y cada uno de nosotros lo hace, sin excepción, en mayor o menor medida, pero siempre tenemos un momento de "limbo" en el día, mes año o en la vida.



Hace menos de dos semanas renuncié a mi trabajo en la más grande agencia de medios del país, renuncié a un gran cliente y a la posibilidad de presumirle a mis compañeros de universidad que yo sí tenía trabajo y que era en una gran agencia, aquellas en las que soñamos cuando éramos verdes ramitas de 6to semestre.



Aunque, desde el momento en que salí de ese lugar sentí las alas de la libertad extenderse hacia el cielo, con el ímpetu de sortear las corrientes de aire más peligrosas (después de que estuvieron atadas durante casi un año). Fue un momento feliz, sin duda.



Ahora estoy en la búsqueda de un nuevo trabajo, no quiero desesperar, incluso estoy viendo la posibilidad de tomar algo de medio tiempo para hacer mi tesis por dos razones primordiales: una, porque soy ñoña y porque la situación de un exámen profesional y el dichoso papelito me encanta; dos, me encanta igual mi tema de tesis, el cual, a diferencia de muchos, es perecedero.



El problema que tengo ahora es la procrastinación, siento que estoy posponiendo. No sé qué están esperando mis geminianos internos. No sé si complacerlos o ponerlos en su lugar, no sé muchas cosas en este momento, pero procuro no preocuparme, porque las peores desiciones se toman bajo la premisa de la preocupación y pues no.



El gran problema es que se me acaban los ahorros, y así no podré sobrevivir mucho sin que preocupe a Madre y comience a presionar (más). Quizá aquel cielo al cual mis alas se extendieron el día de mi renuncia, las ha intimidado y se sienten inseguras y frágiles. Quizá no es problema de alas si no de la mente que las hace funcionar.



Así que, queridos lectores, es momento de lanzarse al vacío para emprender otro viaje, a un destino incierto, pero que quizá nos guste. Quizá.