domingo, 29 de septiembre de 2013

Si yo fuera rica

 El título es por el extraño mood que he tenido estos días, en los cuales he imaginado mi vida si fuera rica, o al menos si hubiese vivido en una condición acomodada. Con mi intelecto, mi talento y mi buen ver, seguro hubiera conquistado el mundo: hubiera ido a escuelas privadas, tomado diplomados y talleres al por mayor, todos relacionados con teatro, literatura y artes, hubiera viajado a Europa a hacer un posgrado, y a Latino América por capricho, tendría una cámara fotográfica profesional, suscripciones a revistas y sobretodo tiempo para leerlas.

Hubiera ido a salvar ballenas con Green Peace y pasado semanas cazando auroras, donaría y me pasearía en eventos de beneficencia, mi mente sería más abierta, sería más rica en experiencias, no me la pensaría para ir eventos culturales en otros estados, ni buscaría libros en rebaja. Me vestiría mejor y me alcanzaría el dinero para ser vegetariana y comer cosas orgánicas. Quizá con ayuda del dinero de mis padres, podría hasta comenzar un negocio propio y muy probablemente hubieran conocido mi nombre por el mundo.

En estos días me he resignado en que moriré pobre, o siendo de clase media y que tal vez no seré conocida por el mundo, ni haré nada de lo que he planteado arriba. Comencé a ser ñoña por interés, para ganar becas, porque, si bien, no soy pobre, gracias a las constantes buenas decisiones del gobierno *sarcasmo* y las devaluaciones, para mi familia fue más difícil mantener un nivel de vida relajado, entonces esta señorita tenía que estudiar para que la becaran.

Desde los 13 gané becas y pocas veces le pedía dinero a mis papás, a los 20 tuve que hacerme cargo de la casa en la que vivo y de la familia, (siempre estaré resentida por esto, porque apenas y era una adulta cuando se me vino el mundo encima), mientras que otros eran mantenidos y conseguían dinero con la facilidad de sólo pedirlo, podían gastarlo en ellos y no sosteniendo un hogar.

Ahora tengo 27 y lo único que tengo es resentimiento social, un trabajo que no me gusta del todo, poco tiempo para hacer cosas en las que realmente tengo talento y un vacío del tamaño de la pangea... también tengo humor, por suerte.

¿Y luego qué? Nada, cada día me resigno más y más a que (en serio) si no consigo un marido rico, o un trabajo de medio tiempo (con todo lo que eso implica), moriré pronto y en el anonimato. Me entristece, pero quizá en la próxima vida me vaya mejor.

Y a pesar de eso, soy una jodidísima buena persona, y dono a causas, y rescato animales, y hago que esta mierda de mundo sea poquito mejor. irónico y absurdo.




El dinero sí da la felicidad, quien dice que no es porque no lo sabe usar.




1 comentario:

Anónimo dijo...

GRACIAS POR EXISTIR
^_^