Este mes... no, más bien estos 5 meses he sido víctima de "la cancelación", este bonito fenómeno de quedar con alguien y que aproximadamente te cancele a pocas horas de dicha reunión.
Yo soy una persona muy, MUY paciente, muy tolerante, y madre y media del buenaondismo y así. (También exagero con el uso de la conjunción "y") entonces la mayor parte de las veces no hay problema, total hago impro y siempre hay que tomarlo con aceptación. Pero cuando esta costumbre se torna, precisamente, una costumbre la cosa se friega y pierdes confianza y fe en la humanidad.
¿Han escuchado el cuento de Pedrito y el Lobo?, si no, se los resumo:
La moraleja de la historia es: que si le dices a una chica que vas a salir con ella, la primera vez que le canceles no hay bronca, pero a las siguientes 4, se va a volver loca y va a querer asesinarte y dejar charcos de sangre, gritos, miembros expuestos y fin. Fin a toda posibilidad que tengas
con ella.
Pero bueno, tampoco es que me importe mucho, es más bien la onda del orgullo. Al final de cuentas yo vivo feliz.
Ustedes, queridos lectores, cumplan sus compromisos, tengan pantaloncitos y que no les de el síndrome del Pedrismo.
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