29 años, el último escalón de uno de los pisos que tiene
esta vida en forma de condominio, como el corazón, que más bien éste tiene
forma de fraccionamiento interés social.
La verdad es que yo quería morir a los 27, pero no grabé un
disco de rock, ni hice películas y ni siquiera consumí las suficientes drogas. Los
28 no estuvieron tan mal, al menos me divertí. Todas mis amigas mayores dicen
que los 30 en las mujeres se la pasan mejor, porque tienes dinero y
experiencia, aunque nunca me dijeron cuánto de cada una.
Siento un profundo temor de la incertidumbre, pero también
siento que ya no tengo nada que perder. Diría Tyler Durden:
Así que
por lo pronto sólo quiero olvidarme de todos los que no han hecho que los 28 fueran tan padres. Y eso sí, después de este año, seguiré teniendo 29 cada vez que me pregunten mi edad, no importa si tengo 60.