Ahora con la influenza eso tendrá que esperar un poco más porque seguramente me dejarían ficticiamente tirada en la banqueta, y aunque me encanta la histeria colectiva que cubre la ciudad, reflejada en el hecho de que los tapabocas se han agotado, ja-ja. (En momentos como este se entiende porque ser el malo de la historia es taaaaaan genial, no hay nada como generar pánico y ver las reacciones de las personas. Además de que el hecho ser un villano te da automáticamente el derecho a poseer el mejor vestuario ( de la serie, película, caricatura, etc) y por supuesto que también te asegura cierta comodidad económica), no creo que sea un buen momento para tirarme en el piso a fingir un desmayo.
El punto aquí es que mis puestas en escena callejeras tendrán que esperar un poco más, por lo menos a que:
1. Se extinga el pánico, pre y post influenza.
2. Consiga alguien conocido que me cuide desde lejos mientras yo finjo un desmayo (por aquello de los aprovechados).
3. Que encuentre algo de provecho en mi vida, para que deje de andar pensando tonterías y mantenga mi mente ocupada.
Así que porfa, usted caballero, que se jacta de serlo, (pero que usted y yo sabemos que no lo es, a menos de que su comodidad no se ponga en riesgo, o que se ponga en tela de juicio su hombría) si ve a alguien desmayarse sea tan atento de levantar a la persona en cuestión.
