Se va quemando su plumaje, su piel, su carne, se derriten sus entrañas, los ojos se le llenan de humo, su canto parece un lamento. Explota su corazón entre las llamas y finalmente se consume hasta las cenizas, que al enfriarse dejan ver el cuerpo pequeño de un pajarito que abre los ojos a la vida, el mismo Fénix ha vuelto a nacer.
Hoy tengo la oportunidad de que mueran mis rencores del pasado, mis malas experiencias, mis incomodidades para dar paso a las cosas buenas (y nuevas) que vienen.
Eso es un súper cliché, pero funciona. Ya tengo 28 y todo a mi al rededor se va moviendo, unas cosas para el camino que quiero tomar y otras para veredas que no esperaba. En el recuento general todo marcha bien, hay un gran plan y faltan sólo 3 meses para ello, otro parteagüas que me aterra, pero me emociona.
Este año quiero reconciliarme con todos los idiotas que son idiotas, pero que su estupidez radica en no llenar mis expectativas, al final son buenas personas y es más valioso tenerlas cerca que lejos. Quizá ese sea el paso necesario para continuar. Quemarlo todo para que vuelva a nacer en su forma original.
Por otro lado siento que el tiempo se acaba, estos años rutinarios hacen que todo parezca que va más rápido. Lo único malo es que no hay tiempo para hacer lo que sientes que realmente vale la pena. Quizá debo de cambiar eso también. Quemarlo todo.
Feliz día internacional de no fumar, de no quemar un cigarro y no consumirse poco a poco hacia la muerte. Ironico.
Al final de cuentas ningún día dejamos de morir... ni de renacer.
sábado, 31 de mayo de 2014
sábado, 19 de abril de 2014
Vacíos
Podría escribir los textos más tristes esta noche, pero seguro Pablo Neruda se retorcería en su tumba por plagiadora.
Tengo un montón de cosas en la cabeza como siempre y como nunca las escribo se me olvida que quiero escribir sobre ellas.
Charlotte regresó a la vida (mi compu) como un homenaje a Frankenstein, pues después de que no la arreglaran y que la retuvieran 5 meses regresó, le compré un teclado mini que está sobre el viejo y que se conecta vía USB. La pobre funciona bien como siempre, un poco lenta, pero poderosa. Yo no me acostumbro al nuevo teclado porque es pequeño y porque llevo 2 días usándolo. Ah, el optimismo.
El trabajo me absorbe tremendamente y comienzo a pensar si no será necesario, ante mis recurrentes pensamientos suicidas, que busque un psiquiatra, porque hay que aprovechar que podemos consumir drogas duras prescritas. La verdad es que creo que sólo necesito más tiempo libre para hacer un pay o un pastel de plátano, para escribir en mis blogs y tener pensamientos positivos de la vida.
Por otro lado, el periodo de austeridad está bastante difícil de tolerar, no he ahorrado ni un peso, pero no he gastado en las snobeses que me caracterizan, no cursos, no teatro, no salidas a restaurantes hipsters, ni nada por el estilo. Muero lentamente, pero todo sea por septiembre.
Mientras llega septiembre viviré de mi frustración, quizá hasta tenga que buscar un freelance, ¿mencioné que el trabajo me absorbe tremendamente? Bueno, pues estoy perdida. Estoy en el limbo de las metas y los propósitos, ese espacio que no te sirve de nada más que para alimentar tus ganas de aventarte de un barranco.
Tengo 30 tweets en borradores que no me he atrevido a enviar porque se escuchan sumamente ardidos, quizá algún día los publique como post.
Le debo 25 mil pesos a mi cuenta de ahorro. Y sigo en periodo de austeridad.
Se acerca mi cumpleaños, tal vez debería admitir que todo este ánimo bajo se debe a que el fénix va a renacer una vez más. La 28.
A pesar de todo hoy soy feliz porque adelanté trabajo (soy ñoña). Escribí en mis blogs y puedo ver Master Chef o una linda peli. Quiero ver Snatch por tercera vez.
Voy a empezar a soltar lo que tengo que soltar este año para iniciar bien el 2014, que empieza el 31 de mayo.
Tengo un montón de cosas en la cabeza como siempre y como nunca las escribo se me olvida que quiero escribir sobre ellas.
Charlotte regresó a la vida (mi compu) como un homenaje a Frankenstein, pues después de que no la arreglaran y que la retuvieran 5 meses regresó, le compré un teclado mini que está sobre el viejo y que se conecta vía USB. La pobre funciona bien como siempre, un poco lenta, pero poderosa. Yo no me acostumbro al nuevo teclado porque es pequeño y porque llevo 2 días usándolo. Ah, el optimismo.
El trabajo me absorbe tremendamente y comienzo a pensar si no será necesario, ante mis recurrentes pensamientos suicidas, que busque un psiquiatra, porque hay que aprovechar que podemos consumir drogas duras prescritas. La verdad es que creo que sólo necesito más tiempo libre para hacer un pay o un pastel de plátano, para escribir en mis blogs y tener pensamientos positivos de la vida.
Por otro lado, el periodo de austeridad está bastante difícil de tolerar, no he ahorrado ni un peso, pero no he gastado en las snobeses que me caracterizan, no cursos, no teatro, no salidas a restaurantes hipsters, ni nada por el estilo. Muero lentamente, pero todo sea por septiembre.
Mientras llega septiembre viviré de mi frustración, quizá hasta tenga que buscar un freelance, ¿mencioné que el trabajo me absorbe tremendamente? Bueno, pues estoy perdida. Estoy en el limbo de las metas y los propósitos, ese espacio que no te sirve de nada más que para alimentar tus ganas de aventarte de un barranco.
Tengo 30 tweets en borradores que no me he atrevido a enviar porque se escuchan sumamente ardidos, quizá algún día los publique como post.
Le debo 25 mil pesos a mi cuenta de ahorro. Y sigo en periodo de austeridad.
Se acerca mi cumpleaños, tal vez debería admitir que todo este ánimo bajo se debe a que el fénix va a renacer una vez más. La 28.
A pesar de todo hoy soy feliz porque adelanté trabajo (soy ñoña). Escribí en mis blogs y puedo ver Master Chef o una linda peli. Quiero ver Snatch por tercera vez.
Voy a empezar a soltar lo que tengo que soltar este año para iniciar bien el 2014, que empieza el 31 de mayo.
jueves, 3 de abril de 2014
Y ahora
Está bien no quedarse quietos, bien dicen que la muerte es estática.
Lo malo es que cuando tienes un propósito grande, como irte de viaje un mes o más a otro continente, tienes que permanecer lo más estático posible porque el movimiento significa gastos, y de gastar aquí a gastar allá, pues allá.
Quiero, de una vez, para 2015 ir a Seattle, si la suerte me sonríe ir a un partido de mis Seahawks, con la alineación que ganó el SB, o por lo menos los más importantes, quizá para el mismo año ir a Chile.
Ese país tiene algo conmigo, yo tengo algo con él, nos tenemos. Me recuerdo un poco a Alberto Fuguet, él es chileno, pero en sus libros habla de Chile como un extranjero. Quizá eso es lo que le falta a mi vida: ser una extranjera. Ir de aquí para allá sin que a nadie le importes realmente, pero destacando simplemente por ser, por la forma de caminar, por el acento y las maneras.
Ser un extraño, extrañando poco. No cargar remordimientos, pendientes o maletas. Sobrevivir de la vida que vives aquí y ahora. Ser un viajero es vivir otras vidas, como cuando haces teatro, quizá por eso es que estoy tan necesitada de viajes. Para renacer otro poco.
Hablando de renacimientos... se acerca mi cumpleaños y no he planeado nada. ¿Será que este mejor lo dejamos sin festejar?
Lo malo es que cuando tienes un propósito grande, como irte de viaje un mes o más a otro continente, tienes que permanecer lo más estático posible porque el movimiento significa gastos, y de gastar aquí a gastar allá, pues allá.
Quiero, de una vez, para 2015 ir a Seattle, si la suerte me sonríe ir a un partido de mis Seahawks, con la alineación que ganó el SB, o por lo menos los más importantes, quizá para el mismo año ir a Chile.
Ese país tiene algo conmigo, yo tengo algo con él, nos tenemos. Me recuerdo un poco a Alberto Fuguet, él es chileno, pero en sus libros habla de Chile como un extranjero. Quizá eso es lo que le falta a mi vida: ser una extranjera. Ir de aquí para allá sin que a nadie le importes realmente, pero destacando simplemente por ser, por la forma de caminar, por el acento y las maneras.
Ser un extraño, extrañando poco. No cargar remordimientos, pendientes o maletas. Sobrevivir de la vida que vives aquí y ahora. Ser un viajero es vivir otras vidas, como cuando haces teatro, quizá por eso es que estoy tan necesitada de viajes. Para renacer otro poco.
Hablando de renacimientos... se acerca mi cumpleaños y no he planeado nada. ¿Será que este mejor lo dejamos sin festejar?
lunes, 17 de marzo de 2014
Para marzo con amor.
Justo el día que no quieres suicidarte, te cortas medio dedo con un cuchillo recién afilado. Eso es ironía.
El día que intentas pagar tu tarjeta de crédito, el cajero se la traga sin hacer ninguna transacción. Eso es mala suerte.
Cuando te decides a dejarte llevar por tus sentimientos, el idiota en cuestión regresa con su ex. Eso es crueldad.
Ese momento en que crees que logras acomodar tu cabello, en primer plano se ve una cana. Eso es poca madre.
Marzo, aún confío en que podamos reconciliarnos.
El día que intentas pagar tu tarjeta de crédito, el cajero se la traga sin hacer ninguna transacción. Eso es mala suerte.
Cuando te decides a dejarte llevar por tus sentimientos, el idiota en cuestión regresa con su ex. Eso es crueldad.
Ese momento en que crees que logras acomodar tu cabello, en primer plano se ve una cana. Eso es poca madre.
Marzo, aún confío en que podamos reconciliarnos.
lunes, 3 de febrero de 2014
Caballo
Entra el año del caballo en la cultura oriental y por alguna razón los occidentales, que somos ateos pero muy supersticiosos, nos ponemos listoncitos rojos en las muñecas, compramos figuritas en forma de caballo y buscamos en internet cómo le irá a nuestro respectivo signo chino este año.
Los occidentales somos idiotas. Pero por convicción y gusto, porque otras culturas tienen mucha historia y grandes leyendas en las cuales creer. Los occidentales necesitamos reafirmarnos, rehacernos y reiniciar nuestras historias mundiales y personales cada vez que tenemos la oportunidad.
No sé si es porque nos gusta lo nuevo o porque no tenemos ni idea de qué hacer con nuestras vidas. Yo nunca sé que hacer con la mía. Ya llevamos todo un mes del 2014, se fue rápido y en mi caso no tengo gran idea de lo que hice.
Una amiga se fue a Barcelona y lleva ahí casi 4 semanas, apenas recuerdo cómo nos despedimos. El tiempo es traicionero, maldito y cruel. El tiempo es la mejor película de terror de nuestra época, como un gran camión que nos golpea, se da a la fuga y nos deja confundidos y sangrantes en el pavimento.
En estas épocas siempre me dejo de preocupar de las cosas. Me debato, como siempre, entre buscar hacer lo que me gusta o mejorar en lo que ya hago pero no me gusta por la facilidad de hacerlo, para crecer y para tener más dinero (y menos tiempo) para hacer lo que me gusta. Fracaso siempre porque al parecer me gusta la comodidad de no pensar en qué hacer, porque me desgasto y porque mi trabajo absorbente no me lo permite. La otra gran película de terror de nuestra época es la falta de tiempo.
Combinadas estas películas parecen más bien una comedia, pero a lo que me refiero va más o menos así: tenemos que hacernos tiempo para trabajar como esclavos/ godines/ burócratas para que cuando salgamos del trabajo no tengamos tiempo más que para recuperarnos e ir al otro día a nuestro trabajo. Tenemos tiempo, pero no para lo que deberíamos tener tiempo.
Dicen que el año del caballo es benéfico para los tigres como yo.
Estaremos preparados.
Los occidentales somos idiotas. Pero por convicción y gusto, porque otras culturas tienen mucha historia y grandes leyendas en las cuales creer. Los occidentales necesitamos reafirmarnos, rehacernos y reiniciar nuestras historias mundiales y personales cada vez que tenemos la oportunidad.
No sé si es porque nos gusta lo nuevo o porque no tenemos ni idea de qué hacer con nuestras vidas. Yo nunca sé que hacer con la mía. Ya llevamos todo un mes del 2014, se fue rápido y en mi caso no tengo gran idea de lo que hice.
Una amiga se fue a Barcelona y lleva ahí casi 4 semanas, apenas recuerdo cómo nos despedimos. El tiempo es traicionero, maldito y cruel. El tiempo es la mejor película de terror de nuestra época, como un gran camión que nos golpea, se da a la fuga y nos deja confundidos y sangrantes en el pavimento.
En estas épocas siempre me dejo de preocupar de las cosas. Me debato, como siempre, entre buscar hacer lo que me gusta o mejorar en lo que ya hago pero no me gusta por la facilidad de hacerlo, para crecer y para tener más dinero (y menos tiempo) para hacer lo que me gusta. Fracaso siempre porque al parecer me gusta la comodidad de no pensar en qué hacer, porque me desgasto y porque mi trabajo absorbente no me lo permite. La otra gran película de terror de nuestra época es la falta de tiempo.
Combinadas estas películas parecen más bien una comedia, pero a lo que me refiero va más o menos así: tenemos que hacernos tiempo para trabajar como esclavos/ godines/ burócratas para que cuando salgamos del trabajo no tengamos tiempo más que para recuperarnos e ir al otro día a nuestro trabajo. Tenemos tiempo, pero no para lo que deberíamos tener tiempo.
Dicen que el año del caballo es benéfico para los tigres como yo.
Estaremos preparados.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)