martes, 2 de junio de 2015

One more

29 años, el último escalón de uno de los pisos que tiene esta vida en forma de condominio, como el corazón, que más bien éste tiene forma de fraccionamiento interés social.

La verdad es que yo quería morir a los 27, pero no grabé un disco de rock, ni hice películas y ni siquiera consumí las suficientes drogas. Los 28 no estuvieron tan mal, al menos me divertí. Todas mis amigas mayores dicen que los 30 en las mujeres se la pasan mejor, porque tienes dinero y experiencia, aunque nunca me dijeron cuánto de cada una.

Siento un profundo temor de la incertidumbre, pero también siento que ya no tengo nada que perder. Diría Tyler Durden:




Así que por lo pronto sólo quiero olvidarme de todos los que no han hecho que los 28 fueran tan padres. Y eso sí, después de este año, seguiré teniendo 29 cada vez que me pregunten mi edad, no importa si tengo 60.

domingo, 24 de mayo de 2015

Llamas y aire



Se acercan días difíciles, bueno, en realidad empezaron ya desde hace un rato y yo sin saber cómo afrontarlos. Mayo es de mis meses favoritos, pero también es de los que más daño me ha hecho y este no parece hacer una excepción.

Tal vez tenga disforia, que es lo opuesto a la euforia, tal vez tengo un trastorno bipolar de esos que son difíciles de diagnosticar porque las personas son tan comunes y corrientes el 90% de su tiempo que el 10 restante que están locos, sólo parecen cambios de ánimo raros.

Quizá solo extraño a mis ausentes, quienes se han ido en mayo, hace 8 años y hace 2 semanas. Tal vez soy demasiado fénix y esta vez la agonía empezó mucho antes. Eso.

Se acerca el renacimiento, pero el morir siempre cuesta, duele en los huesos, en los músculos, duele en el corazón y en el estómago, en el cerebro y en el alma. Todo se desmorona, todo se vuelve ceniza, de la que pronto tendrás que juntar lo suficiente para construirte de nuevo, para que pronto puedas volar de entre las llamas.

Hoy me quemo. Quizá mañana vuele.


jueves, 26 de marzo de 2015

Never more and more

Ni me morí, ni andaba parrandeando. Aunque bueno, siempre dicen que diariamente morimos un poco, entonces quizá la primera sí, un poco.

Después de ese legendario viaje y recuperar la vida godinezca que me caracteriza, me hice de otra serie de actividades agotadoras que yo llamo: negación de la realidad a través de terapia ocupacional.

De esos propósitos que me hice en el año como pasar más tiempo para mí o escribir libros/tesis etcétera, la verdad es que se quedaron un poco cortas, pero en su lugar estuve haciendo otras tantas cosas que me quitaron la misma cantidad de tiempo con menor cantidad de satisfacción y provecho... porque siempre he sido mala negociando, creí que estaba claro.

Entre ellas están:

Curso de impro: hice mi tercer nivel para terminar como lo que sería el último de los últimos niveles de la impro.

Archipiélago: una amiguita me dijo que le ayudara a su padre a coordinar la digitalización de su revista.

Lets Riot: bueno, la verdad es que amo ese proyecto y aunque nunca me diera dinero lo seguiría haciendo.

Magazine Feed: colaboré un rato con este portal y se supone que me van a pagar, pero quien sabe porque #freelance.

TSP: me contactaron de una compañía de teatro para que les hiciera una estrategia de comunicación para México en Escena.

Inglés: retomé mis siempre abandonadas clases y pues se supone que ahora sí estoy siendo constante.

El Salvavidas: aunque es un proyecto de la agencia, es como si fuera un freelance porque realmente no está asignado.

A eso súmenle mi trabajo que va de las 8 a las 10 horas diarias, dormir, que ahora es menos frecuente que antes. Ver The Walking Dead, Better Call Saul y un par de películas a la semana, la lectura de al menos un libro al mes. Mis constantes idas al teatro para reseñar y cubrir las recomendaciones de los sitios, veterinarios, doctores, familia y amigos.

Pues nada, por eso siento que no he estado respirando desde que comenzó enero, más o menos desde que no les escribo. Ahora súmenle que hay un posible proyecto que me fascina hasta la locura y un posible prospecto de romance.


Pero, ¿saben qué?
Ya voy a irme a vivir a Venus para tener días de 243 días.









viernes, 26 de diciembre de 2014

Del 2014 y sus ondas

Del 2015 espero muchas cosas, como es costumbre, pero creo que una de las mayores es la boda de una de mis mejores amigas. 

Eso me recuerda que acabo de ver las fotos de una amiga que invitó a todo mundo menos a mí, y no me afecta aunque parezca lo contrario. Al final de cuentas es su día y está en todo su derecho de hacer lo que se le venga en gana, lo raro es que no sé si mencionar lo linda que se ve o desearle cosas buenas, porque no quisiera que se escuchara falso o que ella se sintiera mal por no haber pensado en mí. 

Y es así como se van perdiendo las amistades, con un montón de dudas innecesarias sobre cosas que al final de cuentas valen para dos cosas. De eso me di cuenta este año, soy una persona demasiado desapegada en cuanto a las relaciones humanas.

La gente me quiere, de forma inexplicable, quizá porque soy leal y siempre sonrío, pero después de que termino el trabajo, curso o etcétera no me preocupo por frecuentarlos. Por eso no me invitan a sus bodas, por eso y porque nunca me tomo las cosas en serio, o porque soy mamona. 

Así que 2014,  ya sé que juré que iba a frecuentar a mis amistades en tu transcurso, tú sabes bien que en algunos casos hice lo posible. Fracasé obviamente. Pero siempre tendremos el 2015 para intentarlo nuevamente, que al final de cuentas de eso va la vida. Intentar. 




viernes, 31 de octubre de 2014

Premoniciones desde el pasado

En 7 meses cumpliré 29 años, (5 minutos después de llorar en silencio) y es demasiado feo que te caiga el 20 con tanta anticipación. Me preguntaban por qué me causaba tanto estrés y después de reflexionar las verdaderas causas, me di cuenta que es porque de niños nos hacemos sueños y expectativas que, siendo sinceros y realistas son imposibles de cumplir.

Tal vez el único problema aquí es pretender darle gusto a mi niña interior y a sus tontos sueños de juventud. Realmente recuerdo pocas cosas y por suerte nuestra época cada día nos favorece más, pues ya no se espera que las mujeres se casaran antes de cumplir 20, ahora se espera que esperen hasta los 30, también se han relajado las leyes sociales en cuanto a relojes biológicos y logros personales que hay que cumplir antes de que te embarques a la aventura de comprometerte con alguien más.

Quizá en algunos años rompamos con la antinatural costumbre de la monogamia. Esto me hace pensar que, por lo menos, antes de cumplir 30 debería terminar mi tesis y titularme. Y ahí entra de nuevo la presión infantil y sobretodo la social. Y aunque he dicho eso cada año desde el 2009 y se supone que es mi hermoso propósito real, pues eso.

Ahora que regresé de una introspección grande en cuanto a tiempo y espacio, debería de dejar de jugar con mi celular todo el día para hacer algo que, si bien no es de provecho, hará feliz a mi niña interior y quizá, sólo quizá me ayude a sobrepasar el terror absoluto que tengo de cumplir 30.

¡Por qué Dios, haces envejecer a la gente hermosa!

Lo único que me consuela es que se dice que los 30 son los mejores años de las mujeres.  Así que mi etapa cougar al menos ya podrá estar justificada ante las leyes biológicas.




Mis maestros de impro siempre dicen que viva el aquí y el ahora... y yo preocupándome por lo que pasará dentro de casi  un año y medio. PFFF.